BUENA SEMANA     | ABRIL 2024

💡 Amor Propio

Había una vez en un pequeño pueblo encantado por la luz de las luciérnagas, una joven llamada Elena. Desde muy temprana edad, Elena se preocupaba mucho por los demás. Siempre estaba ayudando a sus amigos y familiares, pero rara vez se ocupaba de sí misma. Sus días pasaban velozmente entre atender a los demás y cumplir con las expectativas de todos. Un día, mientras paseaba por el bosque, Elena se encontró con una vieja bruja sabia que vivía en una cabaña oculta entre los árboles. La bruja, con ojos centelleantes, miró a Elena y le dijo: "Hija mía, veo que cargas el peso del mundo en tus hombros, pero olvidas cuidar de ti misma". Elena, sorprendida por la observación de la bruja, le preguntó: "¿Cómo puedo aprender a cuidar de mí misma?" La bruja sonrió y le entregó un pequeño espejo encantado. "Este espejo te mostrará la verdad de tu corazón", dijo la bruja. "Mírate en él todos los días y pregúntate: '¿He sido amable conmigo misma hoy? ¿Me he dado el amor que merezco?'". Elena regresó a casa con el espejo y comenzó a usarlo. Al principio, se sintió incómoda al mirarse tan de cerca, pero con el tiempo entendió lo que la bruja quería decir. Se dio cuenta de que siempre estaba ocupada preocupándose por los demás, pero ignoraba sus propias necesidades y deseos. Con el tiempo, Elena comenzó a cuidarse mejor. Aprendió a decir "no" cuando era necesario y a dedicar tiempo a las cosas que la hacían feliz. Poco a poco, su corazón se llenó de una luz nueva y radiante. Un día, la bruja volvió a aparecer en el bosque y encontró a Elena con una sonrisa en el rostro. La bruja notó el cambio en ella y dijo: "Ve, querida Elena, ahora entiendes el verdadero significado del amor propio. Es como una semilla que cuidas con cariño y que florece en un jardín lleno de paz y alegría". Elena agradeció a la bruja por su sabiduría y se despidió con gratitud. Desde entonces, Elena continuó cuidando de sí misma mientras seguía compartiendo su amor con los demás.


🧉 Pregunta disparadora: