.  . REVISTA MATEADA | PARA VOS                                                                                                                  X: Juan Pablo Vallejos





“Lo dijo la tele…”; “lo vi en Instagram” 


Hace tiempo que nos encontramos en un mundo hiper conectado, con sobreinformación, es decir, saturación, demasiada cantidad de datos, palabras, comentarios dando vueltas por todos lados, en los diversos medios de comunicación y con internet hoy como epicentro de ese intercambio. 

internet hoy como epicentro de ese intercambio. 


Portadores o vehículos de esa mala información 

Como si fuese un contrasentido, ese mar de imágenes, letras, símbolos más de una vez nos lleva a estar desinformados, confundidos, y somos portadores o vehículos de esa mala información, al compartir, “viralizar” cualquier dato al alcance de la mano. Y es que, si bien desde su génesis el ser humano pudo comunicarse, hablar, esgrafiar, escribir, lo cierto es que, en los últimos 25 años, con la masificación de internet primero, y luego con el desarrollo de las redes sociales, todo quedó, literalmente “a la mano” o “en la mano”. 

  cuántas veces a diario se viraliza o “ daña al compartir noticias   

Pero quiero retomar la palabra “viralizar”. La Real Academia Española incorporó este verbo al diccionario en 2018 y está formado a partir de “viral”, a su vez derivado de “virus”. En latín “virus” tenía el significado de “veneno”, “ponzoña”. Si bien hoy, ya oficializada la palabra viral tiene un enfoque positivo, en su raíz, un virus es algo dañino en el lenguaje informático, y cuántas veces a diario se viraliza o daña al compartir noticias, textos o imágenes que desinforman. 


¿qué hacer? 

Y ante esto, ¿qué hacer? Ante la facilidad, practicidad de tener un celular, una Tablet, una computadora o una cámara, que esa simplicidad no recaiga en comodidad. Implica tener y utilizar estas herramientas con un sen-tido crítico, esto es, con los sentidos abiertos y atentos. 


“con los sentidos abiertos y atentos” 


Una cosa son noticias, cuya calidad de origen hay que revisar, ya sea en las palabras que utiliza, así como en las imágenes. Muchas veces se difunden noticias falsas, con imagotipos (logos) de determinado medio o marca viejos, ya en desuso, eso ya tiene que llamar la atención y parar las antenas de la desconfianza, que no es algo negativo, sino un anticuerpo al momento de leer, mirar, escuchar una información. 

Es común ver en diferentes redes sociales, incluida WhatsApp que se comparten cadenas de mensajes con español neutro, palabras y términos que no se utilizan en la Argentina. Ese es otro indicador para estar atentos y que nos obliga, primero a corroborar de dónde proviene la información y, según el caso, descartarla, cortar ese reenvío del mensaje. 

Otra técnica para intentar llegar a la información correcta es el ya común “googlear” que, si bien es un gran universo, tiene ciertos filtros que clasifican la calidad de la información, intentando acercar al lector a lo más real posible 


Ciberanzuelo 

Otra característica del internet actual, es lo que se denomina clickbait, que traducido al español sería ciberanzuelo, un neologismo en inglés usado de forma peyorativa para describir a los contenidos en internet que apuntan a generar ingresos publicitarios usando titulares y miniaturas de maneras sensacionalistas y engañosas para atraer la mayor proporción de clics posibles. 

Se fue imponiendo progresivamente y hoy ya inundó la mayoría de las páginas de noticias, las redes sociales, internet en su conjunto. Son los títulos que apuntan a explotar la brecha de curiosidad, con información que no siempre satisface esa curiosidad. 

¿Qué hacer ante esto? Leer la información completa, no sólo el título y, en la medida de lo posible, leer o seguir más de un medio o cuenta, de manera tal de poder comparar, contrastar.