|MAYO 2020

"Con Don Bosco siempre"

Sentía que Dios me llamaba a esto…

Hoy nos toca conocer a Juan Javier Balmaceda, más conocido como “Balma”. Correntino, pero actualmente viviendo en Fontana-Chaco en la Comunidad Virgen de Itatí. El camino de Balma dentro de la familia Salesiana empieza en la comunidad de  Domingo y Laura de Corrientes, lugar donde los papás son catequistas desde antes que él nazca.

Desde bebé tuvo la oportunidad de comenzar a caminar en esta hermosa y gran familia. El jardín, primaria y secundaria las hizo en la obra de Don Bosco, en el Salesiano centro y Pío XI, así que eso fue un regalo muy grande para él en su vida. Desde chico hacia Oratorio e hizo la confirmación en DyL (Domingo Y Laura), pero se involucró  de forma más profunda en lo pastoral cuando ingresó en el Pío XI, más precisamente cuando empezó en el Cam.Re.Voc. en el cuál estuvo mucho tiempo pasando por distintas etapas y servicios, el cuál relata que descubrió en el caminar distintos compañeros de camino, que hasta el día de hoy siguen a su lado.


Invitación de un amigo

A finés del 2014, por invitación de un amigo comenzó en el Grupo Juvenil "Cristo Joven" de DyL, que realmente siente que le ayudó a seguir cuestionándose su vocación y a crecer en muchos ámbitos de la vida, tanto en lo personal pero sobre todo en lo espiritual. De esa forma volvió a su primer Casa Salesiana que lo apañó, para Balma fueron muy lindos años; " donde pude seguir experimentando el amor de un Jesús muy

cercano, amigo y hermano, un Jesús que se gesta en lo sencillo, en lo más humilde. Donde pude seguir conociendo sobre papá Don Bosco, seguir viviendo su espiritualidad que nos confronta y nos anima a seguir construyendo el reino de Dios desde donde estamos".

El voluntariado

En el camino de Juan se presenta una experiencia que marco su caminar y fue cuando hizo un voluntariado salesiano.

Juan: La idea del voluntariado surgió cuando estaba terminando la facultad, y sentía que Dios me llamaba o me invitaba a esto que decía anteriormente, a seguir construyendo más su reino, dándome cuenta que me sentía tan contento, tan feliz en la familia Salesiana, pero teniendo en cuenta también los dones que él me regaló y para poner esos dones al servicio de los demás. Entonces en un retiro que organizó el MJS de la zona, dieron a conocer las ramas de la familia y ahí una de las ramas que dieron a conocer era el ser voluntario salesiano. A partir de ahí me cuestione si no me gustaría poder seguir construyendo su reino desde ese lugar, como voluntario, entonces me seguí acompañando, rezando y así es que se dio la oportunidad a partir de mis deseos de hacer un voluntariado en “Jesús Buen Pastor” - Hogares Don Bosco, en Isidro Casanova partido de la Matanza en Buenos Aires.

Así fue que comencé el año 2019, en esta comunidad, comencé a conocer a la comunidad, quiénes la integraban, sus proyectos y actividades. De a poco mi sueño fue llenándose de mayor sentido, fui forjando vínculos, comencé a sentirme como en casa. Empecé a compartir con personas que me acompañaron y aconsejaron, que buscaban acercarse para hacerte sentir mejor, que no extrañes y compartir un poco más la vida. Personas que se la juegan de lleno por la vida de los que menos tienen, sobre todo por los pibes y pibas de esos barrios. Personas que te ayudan a seguir encontrando sentido a la vida, también a seguir creciendo y aprendiendo. Personas que te escuchan y también se sienten sostenidas cuando se las escucha. Me encontré con personas que en gestos sencillos te vuelven a confirmar que en lo sencillo se hace presente el amor de Jesús. Signos de santidad, fui encontrando en esta comunidad muchos signos de santidad, personas que se convirtieron en ejemplos a seguir y que sobre todo te enseñan que “Amar es Estar”.

En comunidad puedo decir que creo en un Dios que está presente en medio nuestro, que te ama mucho. Que entregarse por otros te llena y te transforma. Creo que demostrar el Amor que uno siente de Dios a los demás, es una forma de Evangelizar. Y creo en una entrega sin medida y que confiando en Dios todo se puede. Hoy tengo la certeza que como dijo Juan Cagliero quiero quedarme "Con Don Bosco siempre".

____________________________________________

“descubrió en el caminar 

distintos compañeros de

Camino…”

____________________________________________

Lo pastoral desde otra perspectiva

Balma también detalla como fue un poco su experiencia por aquellos pagos; "Estando en el voluntariado, me tocó vivir lo pastoral en la obra desde una perspectiva muy amplia y tan linda, tuve la gracia de poder acompañar el Patio de una de las capillas, que son como centros de días que funcionan ahí, después el Oratorio de la Capilla de Guadalupe, el grupo juvenil que se iba gestando, un grupo de confirmación, estaba un poco con el ministerio de música juvenil y creo que uno de los regalos más lindo fue estar en los hogares,

que es una de las experiencias más importante de la obra o en la cuál se le da mucha importancia. Acompañar el hogar de los pibes más chicos, que tienen entre 9 a 14 años el cuál se llama “Don Bosquito” y la residencia juvenil de Ramos, donde están los pibes de 15 a 17 años". Para Balma estar en esos patios lo llenó muchísimo, asegura que lo ayudó a aprender y a crecer más para seguir caminando en la vida.

“Amar es Estar”


Por: @mjs_zona_nea