| OCTUBRE 2023


"40 años de Democracia en Argentina: Celebrando un Legado, Reflexionando sobre el Significado"


Cuando se conmemoran cuatro décadas de democracia ininterrumpida en Argentina, es un momento para reflexionar sobre el significado y la importancia de este sistema de gobierno para el pueblo. La democracia representa mucho más que un simple marco político; es el nacimiento sobre el cual se erige la participación ciudadana, la justicia social y el respeto por los derechos individuales. 

Para el pueblo argentino, la democracia tiene significado un largo y arduo camino hacia la libertad y la autodeterminación. Durante años de dictaduras y regímenes autoritarios, el pueblo sufrió la opresión, la censura y la falta de voz. La restauración de la democracia en 1983 marcó un hito en la historia del país, otorgando a los ciudadanos el derecho fundamental a elegir a sus representantes, expresar sus opiniones y participar en la toma de decisiones que afectan sus vidas. Este hito histórico ha consolidado la identidad nacional y ha permitido el desarrollo de una sociedad más inclusiva, comprometida con la diversidad y la tolerancia.

Con los valores cristianos

Desde la perspectiva de la religión católica, la democracia puede interpretarse como un reflejo del respeto por la dignidad humana. Poder valorar, resignificar las enseñanzas fundamentales de la fe católica y resaltar la importancia de valorar y respetar a cada persona como un ser único e irrepetible, dotado de derechos inalienables. La democracia, y es así la de garantizar la participación y la igualdad de oportunidades para todos, resuena con estos principios al reconocer la importancia intrínseca de cada uno de nosotros.


En consonancia con los valores cristianos, la democracia fomenta la justicia social y la solidaridad, buscando el bien común y la protección de los más vulnerables. Esta conexión entre la fe católica y la democracia resalta la importancia de la responsabilidad cívica, la transparencia y la búsqueda del equilibrio entre la libertad y la responsabilidad, un discurso del evangelio en nuestros timpos de cuidar sobre todo la vida humana frente a lo que se nos enfrente.


Es crucial recordar que la democracia es un proceso continuo que requiere cuidado y compromiso constante, no podemos quedar de brazos cruzados y en nuestra comunidad sin nutrirla y alimentarla. La construcción de una sociedad justa y equitativa no se logra únicamente a través de las elecciones, sino a través del compromiso diario con la verdad, la empatía y la cooperación. En este sentido, la democracia se convierte en una responsabilidad colectiva que exige la participación activa de todos los ciudadanos y ahí tenemos que estar, donde tambien podemos ser personas que suman, no somos un "mundo aparte" somos tambien parte del pueblo y eso nos compromete una y otra vez.

 "Somos tambien parte del pueblo y eso nos compromete una y otra vez..." 

A medida que se celebran estos 40 años de democracia en Argentina, es un recordatorio tanto de los logros alcanzados como de los desafíos pendientes. Es una invitación a renovar el compromiso con los valores democráticos, a defender la pluralidad de opiniones y a trabajar juntos para construir una sociedad más justa, inclusiva y próspera para las generaciones que vienen.

Hemos enfrentado desafíos y avances significativos. La democracia ha permitido la construcción de una sociedad más inclusiva, la promoción de los derechos humanos y el fortalecimiento de las instituciones. 

Desde una perspectiva religiosa, la Iglesia Católica también ha desempeñado un papel importante en el proceso democrático de Argentina. Durante la dictadura militar, la Iglesia albergó un papel ambiguo. Si bien algunos sectores eclesiásticos se mantuvieron al margen o incluso apoyaron al régimen, hubo figuras dentro de la Iglesia, como el obispo Enrique Angelelli, que se opusieron valientemente a la represión y la violencia. En la década de 1980, la Iglesia Católica apoyó un papel fundamental en la consolidación de la democracia, alzando su voz en favor de los derechos humanos y el regreso de la justicia. 

La doctrina social de la Iglesia Católica promueve valores que se alinean con los principios democráticos, como la dignidad de la persona, la justicia social y la solidaridad. Esto ha llevado a que la Iglesia juegue un papel importante en la promoción de una sociedad justa y equitativa. La democracia y la religión católica pueden coexistir en armonía, siempre que se respeten los principios fundamentales de la libertad religiosa. 

Hoy es un día en el que más que nunca tenemos que seguir poniendo de nuestro esfuerzo en lo ambitos sociales más allá, en las calles, dónde todos estamos. Es el evangelio más vivo demostrado en cercania a un pueblo que nos necesita activos. Así que hoy podemos citar una frase de Enrique Angelleli que nos puede ayudar un poco más "con un oído en el pueblo, y otro en el evangelio".

Por: Revista Mateada